En las elecciones del 2016, cuando por primera vez el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió la gubernatura de Quintana Roo se dio un fenómeno político mediático que surtió efecto y acabó con la sumisión de los quintanarroenses hacia el tricolor con el triunfo de la alianza PAN-PRD con Carlos Joaquín González.En ese entonces vimos renuncias en cascada en el PRI, partido que tenía una buena base de militantes que votaron por el Partido Acción Nacional (PAN) para sacar al tricolor de la casa de gobierno de Chetumal. Esa misma fórmula es que una vez más quiere aplicar Laura Fernández Piña quien, con la complacencia de su comadre Candy Ayuso, desmantela lo poco que queda del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y pretende llevarlos como candidatos de la alianza que la postularía, entienda PAN-PRD Confianza en las próximas elecciones. Bajo esa promesa, una candidatura en el partido Confianza, Rubén Trevino, renunció a la dirigencia del tricolor en Benito Juárez claro con el respaldo de Fernández Piña, y dicen que ya se preparan dos o tres salidas más de la poca militancia de ese partido. Sin embargo, Fernández Piña pierde de vista que aún no es candidata de la alianza, y que, aunque así lo sea, una cosa es la candidatura a la gubernatura y otra entregarle todos los distritos en juego para que coloque candidatos a gusto y modo en la conformación de la próxima legislatura.Pero además, ahora el panorama ya no es el mismo del 2016, cuando la desbandada del tricolor hacia el PAN-PRD surtió efecto y les dio el triunfo, no, ahora las expectativas están puestas en Morena y aliados, cuyo gobierno federal ha cumplido a cabalidad con los programas sociales que han impactado en el sector que si vota, el de la clase baja. Como pinta el panorama podríamos ver a unos priístas fuera del tricolor y sin candidaturas ante el avasalle que pretende aplicar Laura Fernández en la alianza PAN-PRD Confianza que, hasta donde se sabe, le darán únicamente la candidatura a la gubernatura y nada más.En tanto, en el PAN y PRD seguramente atesorarán las candidaturas plurinominales y aquellos distritos con posibilidades de triunfo, puesto que las condiciones para sus partidos están a meses de cambiar. Así las cosas con algunos actores políticos en este proceso electoral que, con la adhesión de dos o tres personas pretenden hacer creer que crearán avalanchas de votos a su favor en las próximas elecciones, o en su defecto espantar con el petate del muerto para pactar, desde ya, espacios en el nuevo gobierno. Hasta la próxima.
